sábado, 7 de marzo de 2009

ALMA


En mi invisible habitas,
sin límites más allá de la eternidad,
me alcanzas,
me llevas,
me das el cielo en tus manos
y aromas en mí las estrellas,
con el murmurar de una caracola
me regalas la inmensidad del mar…
corro siguiéndote
y en un descuido
puedo la oscuridad rozar.

Sin ti no vivo,
sin ti no existo,
sin ti nada soy…
me infundes la vida
a cada paso que doy.