lunes, 24 de diciembre de 2012

NAVIDAD 2012

 


felices los instantes
que nacerán
bajo nuestra mirada

dichosos los momentos
que se escribirán
bajo nuestra mano

y bello -siempre-
el silencio
que nace en lo más profundo
del alma

desde el silencio y desde el alma...
mi deseo de Navidad para todos


*

lunes, 22 de octubre de 2012

REGRESO


Uno puede saberse desterrado de sí mismo
Y siempre es posible regresar
por la puerta de entrada que es el silencio,
que es el camino de vuelta.
 
j.f.Moratiel
 


alejada de mí
distante del ser que me habita
avanzo hacia ese horizonte
que no se distingue,
breves pasos enhebrados
entre neblinas de desconcierto

… y sé de la calma
y sé de la cima
y sé de la luz que alumbra
y sé que aunque me vistan
cortinas de desarraigo
son hojas de otoño
despidiendo lentamente
otro estío

por eso

regreso a mí
en lo callado de las horas
en ese lugar de encuentro
al abrazo de un silencio
que anhela el dulce amago
de un beso...


Safe Creative
#1210222551498
*

sábado, 7 de julio de 2012

MIRADAS



El mundo, la realidad, la existencia, la vida sólo tiene dos miradas: la propia y lo que en si mismo es.

Cada uno mira desde sí. No existe la capacidad, ni la posibilidad de salirnos de nosotros, de dejar nuestro ser, para contemplar, ver y entender el mundo de otra forma que no sea desde uno mismo, necesitamos de la materialidad de nuestros sentidos para asimilar esa exterioridad que aflora como ente externo. La materialidad sólo es la nuestra, ella es nuestro vehículo, el medio a través del cual podemos acercarnos, una materialidad que lleva consigo nuestra singularidad y nuestra individualidad.

Todo lo que nos rodea, somos capaces de aceptar que está ahí, aún cuando nosotros no lo percibamos y podemos comprender que sigue estando con o nuestra existencia y entendemos también que permanece e incluso afirmar que existía antes de nuestra llegada y seguirá estando después de nuestra marcha. Ahora bien, lo que está, no siempre es como nosotros lo vemos; vemos, entendemos y comprendemos en función de y bajo nuestras características y nuestra idiosincrasia. Cada persona posee su propia concepción y sabemos por experiencia que una misma exterioridad puede abarcar tantas versiones como miradas contemplen.

Ser consciente y aceptar esa dualidad extrema de lo que vemos y lo que puede ser, abre todo un abanico de posibilidades, de conjeturas, de comprensiones, de hallazgos y encuentros que enriquecen nuestra propia mirada, porque entre el yo y el tú, entre el blanco y el negro, entre el día y la noche, entre la cima y el abismo se extiende un vasto espacio donde la multitud de miradas pueden inscribirse, y es que el mundo y la existencia debe estar compuesto por la suma innumerable de todas las miradas, las que marcharon y las que están, las que nos rodean y las que están en la distancia. Es imposible mirar desde dos lados a la vez, si estamos en la cima podemos imaginar o contemplar el abismo, pero no experimentamos su humedad, ni sus sombras, si estamos en la noche no podemos estar bajo la luz del sol, sin el tú no existe el yo…

Tenemos los hombres el pensamiento, la comprensión y la capacidad de la escucha. Cuando prestamos atención e incluso y sobre todo, cuando aceptamos y respetamos el decir de otra mirada que nos habla desde su propio mirar, el abanico hacia la exterioridad se amplía; podemos no estar de acuerdo, no comprenderla, incluso no asimilarla, pero sin duda ninguna podemos abrirnos a esa otra realidad que existe, que mira y que no es la nuestra… su acercamiento y nuestra escucha sin duda nos engrandecerá …

Safe Creative #1207071930352

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sábado, 12 de mayo de 2012

SIN LUCHAS

Imagen de Kiyo Murakami


con la lucha no se consigue la alianza
con el rencor no nace el olvido
con la discordia no se alcanza el entendimiento

se busca lo que no se tiene y se desea de lo que se carece… cuando el horizonte de ese anhelar se mira con placidez, con calma, con el sosiego de lo posible, el camino que nos conduce nos hace avanzar y nos da la plenitud de las pequeñas cosas, de los pequeños logros e incluso la satisfacción de superar los pequeños contratiempos y tropiezos hacia un saborear aquello que nos espera y nos aguarda

soñar, es el mundo mágico de los logros, el alcance previo, el roce de lo que está en un proceso de cercanía, pero se suele confundir lo posible de nuestros deseos con la imposibilidad de su realidad; se sueña con mejorar nuestro mundo de relaciones, soñamos con alcanzar la comprensión de nuestro entorno, deseamos la armonía propia y la de nuestro mundo… y si hablamos del alma, deseamos caminar hacia su belleza y su evolución… pero como distinguir la posibilidad de un sueño? la realidad de un deseo? es imposible ser pájaro si somos arbusto, es inalcanzable ser canción si somos instrumento, el lamento por no alcanzar las nubes si somos mar o somos tierra… querer ser jazmín siendo flor de nuestra tierra

el alma, en su libertad, abre el horizonte que le es afín
el alma, en su belleza, contempla la amplitud de la mirada
el alma, en su deseo, se expande con el abrazo de lo impalpable

… y es que el alma es capaz de ser arbusto y acoger el descanso del pájaro y vibrar ante la canción que nace de su melodía y rozar el cielo a través de la humedad y la lluvia de su sentir… el alma es capaz de aromarse con su esencia sin ansia de la fragancia ajena

el altercado, el rencor, la discordia… es enfrentamiento, encontronazo, disputa
la paz, la armonía es aceptación, trabajo, acogimiento, entendimiento…

hay que aprender a caminar sobre el camino que andan nuestros pies, respirar el aire que nos envuelve, hallar, encontrar, buscar… y aceptar el día que nos acompaña

… sin luchas


Safe Creative #1205121628105
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martes, 17 de abril de 2012

VEO AL AMOR CAMINAR

-Fotografía propia-



Veo al amor caminar en cuerpos cansados,
llevan los pasos lentos y la mirada ilusionada.
Se encontraron cuando no se esperaban,
nació el amor y juntos sus días abrazan.

Veo al amor caminar fundiendo sus pasos,
pasean despacio… cogidas las manos.
Se saben juntos, unidas sus almas,
hay ternura en sus ojos y sonrisa en sus miradas.

Veo al amor caminar con labios callados,
sobran las palabras… cuando el corazón ama.
No hace mucho se encontraron,
desde ese instante… la vida de nuevo, les acompaña.

Veo al amor caminar…
Veo la vida renacer…
Veo la ternura… y yo… quisiera ser.

Safe Creative #0906274060804
(Fotografía y texto)

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jueves, 15 de marzo de 2012

ALGO SE ROMPE, SIEMPRE

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Algo se rompe
SIEMPRE.

Aunque acepte,
aunque comprenda,
aunque entienda,
aunque acoja...

SIEMPRE
algo se rompe.

El aceptar, el comprender,
el entender, el acoger
no significa sentir,
no alberga el vivir,
el alma no atiende
el corazón no piensa,
el anhelo pervive,
el deseo sigue encendido.
Y en ese sentir y vivir,
y en ese caminar y caer,
y en ese reír y llorar
algo se sigue rompiendo.

Algo se rompe,
SIEMPRE.


Safe Creative #1203151310267

domingo, 19 de febrero de 2012

SIN DECIRTE NADA




buscar el reconocimiento es una debilidad humana, y se busca de múltiples maneras, se necesita de muy distintas formas, y todos en mayor o menor medida necesitamos el beneplácito, el favor, la mirada de aquellos que nos rodean, al menos de los que amamos, queremos o admiramos

parece como que nuestros esfuerzos, nuestros logros, nuestros actos carecieran de fundamento y de sentido, si alguien no se percata, aunque sea de un simple detalle; a veces el mero hecho de ver la sonrisa, la deferencia, la atención que nuestro hacer provoca, nos damos por satisfechos; difícilmente uno hace nada porque sí, incluso aunque sea por el simple gusto de hacerlo, en el fondo creo que sería tan absurdo como regar las plantas en un día de lluvia, por ejemplo…

nuestra humanidad requiere de una u otra forma la compensación de nuestro paso, de nuestras huellas… allanamos el camino para que otro pueda caminar más fácilmente, nos hacemos hueco de nuestra experiencia para que otro no tropiece en la misma piedra, tendemos la mano cuando el otro necesita un apoyo, damos nuestra presencia cuando alguien se halla en soledad, buscamos la palabra, con mayor o menor acierto, para calmar una inquietud… nuestro hacer, nuestro propio vivir es eslabón frágil e insignificante, pero en el fondo siempre útil cuando sale del corazón y es al mismo tiempo una necesidad sacarla de nosotros; no siempre es aceptada, no siempre es valorada y ahí es donde entra el desánimo… porque no recibimos esa sutil muestra de “reconocimiento”, de valoración…

nuestra vida de hoy, tiende al egoísmo, a la individualidad, cercamos nuestras vidas en recintos aislados porque hemos aprendido que es perjudicial ir de alma cándida por la vida, hay gente que tiende a recoger lo que se le da y un poco más ¡por si acaso! y por eso nos encerramos entre muros, miedos y temores ante la posibilidad de ser pobre presa de los que son más listos… pero sigue estando ahí esa necesidad de darnos y nos damos donde nos sentimos o nos creemos algo más seguros…

la inocencia de los actos libremente ofrecidos no pierden el riesgo, ni la necesidad de respuesta, por eso muchas veces sentimos la frustración de que no se haya visto, de que no hayamos causado el efecto que creíamos o el resultado esperado… pero de una u otra forma caemos siempre en el quizá… quizá en esta ocasión? quizá con esta persona? quizá en este momento? quizá…

y en el fondo queda la indudable cuestión:
qué sentido tendría nuestra vida si nos aisláramos del mundo que nos da la espalda?
si no pudiéramos dar lo que sentimos?
si no abriéramos las puertas a los latidos? a la ilusión? al agrado?
pero… cómo reconocerlo? cómo distinguirlo? cómo saber cuándo y de qué forma? en qué momento?
… pero al final, en cualquier instante, entre los sinsabores posibles habidos y por haber, qué grande es hallar inesperadamente el que alguien te pueda decir palabras como:

Déjame mirarte sin decirte nada, 
mientras tú sientes que te quiero...


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lunes, 9 de enero de 2012

LA DUREZA DE CORAZÓN


Hay en el interior del hombre un arma difícil de dominar, un dueño y señor casi invencible de combatir, es la consciencia. En este caso me limito a la consciencia interior.

Nuestra consciencia es un cúmulo de vivencias y aprendizajes que se han ido posando en nuestro interior a lo largo del tiempo ya pasado y que caracteriza, no tan sólo nuestra forma de ser, sino que también domina muchos de nuestros actos.

Nuestra actuación es invisiblemente dirigida por nuestra consciencia. Cuando nuestra comunicación y nuestro hacer altera la existencia del otro, cuando nuestro comportamiento y nuestra manifestación afecta el ser, el ánimo o la expresión del otro, nuestra consciencia también se turba, mínimamente lo detecta.

La andadura por esta nuestra vida, es un continuo aprendizaje, un continuo soltar y acoger nuevas formas, nuevos modelos, nuevas pautas que resultan difíciles de adquirir en muchas ocasiones e imposibles en otras, pero cuando tenemos en cuenta la interioridad y el sentir del otro, esta percepción se convierte en uno de los medios más afables para aprender, entender o modificar nuestra visión y nuestros esquemas.

Hay personas que, para ser fieles a su consciencia, parecen autoprogramarse cuando su vida se desmarca de lo “establecido” o no responde a lo que consideran el bien y la verdad según sus concepciones, y el otro, aquel que recibe y vive esa programación, experimenta una dureza de corazón que puede catalogarse casi como de crueldad. Evidentemente existe el extremo opuesto, aquel en el que sometemos nuestro sentir y nuestra mirada a la consciencia ajena.

En nuestra sociedad de hoy, las relaciones entre unos y otros, quizás resultan más complejas y a la vez más difíciles porque no nos detenemos a comprender esa consciencia que no es la nuestra y atajamos la cuestión con un rápido alejamiento o una sumisión, según los deseos.

Acercarse a la comprensión del otro nos puede favorecer y enriquecer nuestra propia consciencia, nuestro propio universo, nuestra propia visión del mundo, tanto interior como exterior. Creo que seguir a “pies juntillas” nuestras singulares concepciones de aquello que consideramos el bien y la verdad de nuestra vida, sin tener en cuenta la visión o el sentir del otro, difícilmente va a favorecer el hallar la felicidad o la paz, que todos innegablemente anhelamos y buscamos desde que aparecemos en este cosmos.

El sentir del corazón es el único que puede modificar y ser intermediario. El único que en verdad y en última instancia, es capaz de transformar, evolucionar o alterar nuestras pautas y nuestros esquemas de consciencia.


Safe Creative
#1201050852994

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